Emoción



Podía sentirlo por dentro. Si paraba un momento, podía incluso sentirlo en su cuerpo. Tensión en el pecho y calor en la boca del estómago. El calor dentro de su cuerpo la hacía sonreír, pero era la emoción en su mente la que la mantenía inquieta. Como si algo se acercara a su vida escondida en la sombra de las cosas mundanas. A veces el sentimiento hacía que parara en la mitad de la calle. Como si estuviera cerca, como si pudiera llegar en cualquier momento. La luz se hacía más clara y sentía claramente el frío, el calor, el sabor de la tristeza. Sus sentidos se exaltaban, pero eran sus sensores emocionales los que estallaban de repente. Todo la conmovía, alegraba o sorprendía. Como si le quitaran una venda de los ojos. Un paso y de repente el mundo se abría. Algo iba a suceder. Lo sentía todo el tiempo. Un cambio por fuera...o quizá por dentro. Una revelación, una íntima epifanía. Se paraba a veces en la mitad de una frase, esperando. A veces se sentaba en el alfeizar de su ventana, al otro lado de la baranda y decenas de pisos sobre el suelo, para escuchar a un mundo que parecía hablarle. A veces corría sin rumbo hasta quedar sin aliento o rodaba sobre el césped aturdida por los olores. Sentía cerca algún tipo de liberación, de descubrimiento. Nada era importante y todo lo era. El mundo parecía haberse corrido hacia un lado por fin para hacerle espacio y parecía gritarle que iba a suceder, que su preciada Felicidad corría en ese instante hacia ella y que ella no tenía que hacer más que correr hacia adelante para encontrarla.

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