- Es tarde – La voz de su maestro sonó más melancólica de lo normal.- Es demasiado tarde para evitar que sufra-.

- Pero maestro, ¿no hay nada que podamos hacer? ¡Debe haber alguna manera de evitar todo ese sufrimiento! – El discípulo hablaba con sincera desesperación.- ¡Debe haber algo que podamos hacer! ¡Esos monstruos se dejan llevar por emociones que rara vez son sinceras! Gastan toda una vida a ciegas… Por favor, ¡ni siquiera tienen ambiciones u objetivos reales! ¡Nunca cuestionan lo que hay alrededor!-.

- Cálmate – El maestro puso una mano sobre el hombro del discípulo – Es demasiado tarde-.

- ¡Pero maestro! – El discípulo se negaba a darse por vencido. Su maestro no parecía comprender la magnitud del problema. – Maestro, ellos son capaces de pasar toda su vida al lado de alguien que no aman de verdad. ¡Son capaces de resignarse a no ser felices! ¿Es que no lo entiendes?-.


- Lo entiendo demasiado bien – respondió el maestro en un susurro. – Pero no hay nada que podamos hacer. Nuestro amigo ha caído en el mundo de los humanos y lo que es peor, ha renacido como uno de ellos. Es demasiado tarde… 

3 comentarios:

  1. Qué buena narrativa, diría que este blog ha aparecido en mi camino descalzo como significado de la actitud del maestro en este escrito, sólo que significando el mensaje inconsciente.

    Buen escrito. Seguiré leyéndote.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por comentar. Seguiré también tu blog, el que seguro está lleno de mensajes inconscientes.

      Eliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar