- Es tarde – La voz de su maestro sonó más melancólica de lo
normal.- Es demasiado tarde para evitar que sufra-.
- Pero maestro, ¿no hay nada que podamos hacer? ¡Debe haber
alguna manera de evitar todo ese sufrimiento! – El discípulo hablaba con
sincera desesperación.- ¡Debe haber algo que podamos hacer! ¡Esos monstruos se
dejan llevar por emociones que rara vez son sinceras! Gastan toda una vida a
ciegas… Por favor, ¡ni siquiera tienen ambiciones u objetivos reales! ¡Nunca
cuestionan lo que hay alrededor!-.
- Cálmate – El maestro puso una mano sobre el hombro del
discípulo – Es demasiado tarde-.
- ¡Pero maestro! – El discípulo se negaba a darse por
vencido. Su maestro no parecía comprender la magnitud del problema. – Maestro,
ellos son capaces de pasar toda su vida al lado de alguien que no aman de
verdad. ¡Son capaces de resignarse a no ser felices! ¿Es que no lo entiendes?-.
- Lo entiendo demasiado bien – respondió el maestro en un
susurro. – Pero no hay nada que podamos hacer. Nuestro amigo ha caído en el
mundo de los humanos y lo que es peor, ha renacido como uno de ellos. Es
demasiado tarde…
Qué buena narrativa, diría que este blog ha aparecido en mi camino descalzo como significado de la actitud del maestro en este escrito, sólo que significando el mensaje inconsciente.
ResponderEliminarBuen escrito. Seguiré leyéndote.
Gracias por comentar. Seguiré también tu blog, el que seguro está lleno de mensajes inconscientes.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar